martes, 2 de noviembre de 2010



La masacre en la iglesia de Bagdad supera el medio centenar de muertos. "Ha sido una mantanza, la iglesia parecía un campo de batalla", ha asegurado monseñor Pius Kasha, quien insiste en que en el templo había menos de 80 personas. Entre los muertos se encuentran dos sacerdotes, otras 25 personas fueron heridas muy graves y sólo entre 10 y 12 resultaron ilesas. El obispo ha calificado el atentado como "una matanza".

Según un testigo presencia, un joven de 18 años, "los terroristas entraron en el templo portando armas automáticas y vestidos con uniformes militares". Según el relato del joven, " fueron directos hacia el altar y asesinaron a tiros a los dos sacerdotes que estaban concelebrando la Santa Misa". Recordamos que los terroristas entraron en la Iglesia cuando se estaba celebrando la Misa del domingo.

El joven testigo afirma que después de ver como asesinaban a los curas "escuchamos un monton de disparos y a continuación como caian ventanas, puertas y escombros que causaron heridas a muchas personas" "Parecia un campo de batalla"

El ataque contra una iglesia católica de Bagdad se producia en la tarde del domingo 31 de octubre cuando cuatro hombres armados, integrantes de Al Qaida irrumpían en el templo durante la celebración de la Santa Misa del domingo. Despues de disparar y asesinar a los dos sacerdotes y medio centenar de fieles que asistian al oficio religioso, los terroristas comenzaron a disparar y detonar los cinturones que según testigos presenciales llevaban adosados al cuerpo.

Antes de llegar al templo habían matado a dos guardas que protegían la Bolsa de Bagdad, lugar que trataron atracar inicialmente pero al que no consiguieron entrar ya que llegó un importante dispositivo de seguridad. Los atacantes decidieron estallar un coche bomba que dejó a su paso cuatro heridos.

Según el obispo de Bagdad, Shlimun Warduni, las informaciones señalan que los terroristas piden la liberación de terroristas en Irak y en Egipto mientras retienen como rehenes a dos sacerdotes y un número de fieles aún desconocido.

No es la primera vez que sucede ya que el 1 de agosto de 2004, esta iglesia, junto con otros cinco lugares de culto cristiano, fueron el blanco de ataques que causaron varios muertos y numerosos heridos.

Por su parte, el Papa condenó este lunes un ataque en el que 58 personas fueron asesinadas en una iglesia católica en Bagdad. Benedicto XVI precisó que el acto terrorista era más salvaje aún al haber perdido la vida en él gente inocente que se encontraba congregada en la Casa de Dios.

Dirigiéndose a los peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro con motivo del Día de Todos los Santos, el Papa aprovechó para hacer un llamamiento a la paz en la zona.

"Rezo por las víctimas de esta violencia que no tiene sentido y más despiadada que nunca al golpear a gente indefensa que se encontraba en la Casa de Dios, que es una casa para el amor y la reconciliación", apuntó Su Santidad.

Egipto reforzó hoy las medidas de seguridad en las iglesias después de que Al Qaeda en Irak se atribuyó el asalto contra un templo cristiano en Bagdad, que costó la vida de 58 personas.

Fuentes policiales en Egipto dijeron a Efe que se ha intensificado la seguridad alrededor de todas las iglesias coptas del país y se prohíbe el aparcamiento de cualquier vehículo delante de los templos.

Aun así, esta mañana reinaba la normalidad en las iglesias de El Cairo, como pudo constatar Efe.

Dos iglesias ortodoxas rusas y una iglesia baptista han sido incendiadas este lunes en Karachayevo-Cherkessia, en el Cáucaso Norte, una región de mayoría musulmana, según han informado las angencias de noticias rusas. No ha habido heridos en estos ataques.

"Un grupo desconocido de personas ha incendiado la iglesia ortodoxa rusa de la localidad de Ordzhonikidze, que ha quedad completamente calcinada", indicó un portavoz del Ministerio del Interior local, Kazim Baybanov, en declaraciones a la agencia Interfax.

Este tipo de violencia religiosa es poco frecuente en el Cáucaso, especialmente en Karachayevo-Cherkessia, una zona en la que vive una importante minoría cristiana y tiene un historial prácticamente nulo de violencia.

El arzobispo de Stavropol y Vladikavkaz, Feofan, ya ha anunciado que se va a desplazar hasta la región donde han ocurrido estos ataques y las autoridades se han comprometido a restaurar estas iglesias lo más pronto posible.

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